Viajar a Buenos Aires, capital de la Argentina, es una experiencia inolvidable. La ciudad cautiva a los viajeros con su historia, su arquitectura, sus calles y su gente.
Buenos Aires ha sido siempre una ciudad de puertas abiertas. Sus habitantes son llamados "porteños", gente de puerto. Los porteños son cordiales y hospitalarios: suelen invitar a los turistas para comer o cenar en sus casas y con platos típicos.
Viajar a Buenos Aires significa visitar una de las ciudades más importantes de América Latina. La ciudad es uno de los centros culturales y económicos del continente. Se la llama la Reina del Plata, por estar situada sobre el río y es reconocida también por sus influencias europeas.
Sus numerosos museos, salas de exposiciones y conferencias, galerías de arte, cines y teatros con espectáculos nacionales e internacionales de primer nivel son testigo de su importantísima vida cultural
Su actividad comercial es muy intensa: hay numerosos locales de las principales marcas mundiales, galerías y shoppings comerciales.
El idioma oficial es el español. Lo más distintivo es el uso de vos (tú) en lugar del "tú" español para el trato informal, y el uso de che para hacer frente a una persona. Los porteños suelen usar la palabra che frecuentemente. De ahí el apodo del famoso Che Ernesto Guevara. Los porteños entienden a las personas que hablan italiano y portugués. La mayoría de las personas involucradas en actividades turísticas hablan Inglés.
Los porteños son cálidos, ruidosos y demostrativos. Pero también se los caracteriza como melancólicos. De ahí que el Tango sea el baile oficial de la ciudad. Viajar a Buenos Aires también implica sumergirse en una cultura híbrida de raíces europeas, pero con muchas características latinoamericanas. Buenos aires lo tiene todo: es gris, pero es colorida, tiene un aire a Paris, pero el tráfico es un caos.
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